Este proyecto de reforma integral en una vivienda unifamiliar de tres alturas con jardín, distribuida en seis medias plantas y sumando un total de 250m², ejemplifica una simbiosis perfecta de diseño y funcionalidad.

La escalera, no solo como elemento de conexión sino como eje articulador central, define el flujo y la estética del espacio. Su diseño abierto y la integración de doble altura en el salón crean una sensación expansiva.

La amplitud de la cocina se complementa con las puertas de suelo a techo, aportando una sensación de verticalidad y continuidad espacial, asegurando además que cada rincón aproveche las grandes entradas de luz natural desde todas las fachadas. Este diseño no solo atiende a la funcionalidad sino que también celebra la
luminosidad y el confort visual en cada espacio.

La paleta de colores naturales, con matices de azules y verdes en los alicatados, armoniza con los tonos de madera, creando un ambiente acogedor y elegante.
Los propietarios, apasionados por la lectura, solicitaron integrar estantes en los diseños de mobiliario para albergar una extensa colección de libros.